Imagino que aquellos espectadores “cruelmente traicionados” por la libertad creativa y el paso del tiempo no han tenido en cuenta algo: hace 30 años, probablemente, miraban las películas de otra manera: quizá más limpia, quizá más receptiva.
Imagino que aquellos espectadores “cruelmente traicionados” por la libertad creativa y el paso del tiempo no han tenido en cuenta algo: hace 30 años, probablemente, miraban las películas de otra manera: quizá más limpia, quizá más receptiva.