Suele decirse que todo tiene solución menos la muerte y, sin embargo, en algunas ocasiones la muerte ayuda a resolver las cosas mucho mejor. Después de ver el documental sobre Milan Kundera y Patricia Highsmith (en Filmin, en ese orden), llego a la conclusión de que el largometraje sobre la escritora estadounidense es, en su conjunto, mucho más redondo que el dedicado a la figura del autor checo. Y esto se debe, según yo, a que Highsmith murió hace 27 años (ya no tiene que preocuparse por defender su intimidad) y Kundera todavía vive (es el absoluto poseedor de sus derechos).