Lo contrario a tragarse el orgullo sería escupirlo. Lanzar fuera la furia, evitando así el propio atragantamiento. El orgullo, saliva de mal gusto, que contiene partículas de egoísmo, por tratarse de un fluido generado desde el centro del amor propio. Tragar está mejor visto, es más limpio, menos obsceno. Sin embargo, el orgullo en…