Quien no tiene pene tiene una pena

Quien no tiene pene tiene una pena impuesta, un castigo vitalicio que nos obliga a convertir cada progreso personal en una batalla contra una injusticia mayor, por mucho que no tengamos ganas de pelear y ese esfuerzo pase por sacrificar nuestros propios intereses, nuestros sueños, para que otras puedan celebrar sin culpa y con toda la dignidad.

Momentos oscuros

Días atrás pensé que la mujer quizá había vivido en Alemania o Francia o algún país donde los vecinos no se roban entre sí. A ella le atribuí la costumbre de adornar la entreplanta porque su felpudo es alegre, con dos vacas que se abrazan. Llamé una vez y bastó: ¿Quién es?

Por encima de mi cadáver: el trato de la intimidad en los documentales sobre Patricia Highsmith y Milan Kundera

Suele decirse que todo tiene solución menos la muerte y, sin embargo, en algunas ocasiones la muerte ayuda a resolver las cosas mucho mejor. Después de ver el documental sobre Milan Kundera y Patricia Highsmith (en Filmin, en ese orden), llego a la conclusión de que el largometraje sobre la escritora estadounidense es, en su conjunto, mucho más redondo que el dedicado a la figura del autor checo. Y esto se debe, según yo, a que Highsmith murió hace 27 años (ya no tiene que preocuparse por defender su intimidad) y Kundera todavía vive (es el absoluto poseedor de sus derechos).  

Para escribir un libro

Tras el incidente en el interior del autobús, entre los cuchicheos, un hombre que viaja solo en la parte trasera aprovecha la mirada de otro para decirle: “Los autobuses dan para escribir un libro”. Y lo que pudo acabar con una contestación cortés tipo: “ya ves”, “pues sí”, comenzó siendo una pieza improvisada del destino, para deleite de los demás pasajeros.

Igualdad de géneros

No quiero la pena para nosotras, ni la desconfianza, ni la sospecha. No quiero la paridad en número y mirar a mis compañeras pensando: ¿soy una cifra de relleno o de verdad valgo? Si se premia a Isabel Coixet en una gala de temática feminista huele a Goya de consolación, independientemente de la calidad de su obra.

Deriva: sábado 9.15 a. m.

Durante el tiempo de espera en un semáforo dialogo con el señor que hay al otro lado del paso de peatones: un anciano en plena forma que viste pantalón de pinza marrón, camisa clara y gorra roja de regalo.

La gorda y el niño con vulva

Yo tenía ocho años cuando supe que era gorda. Hasta entonces no lo había imaginado siquiera, y eso que me gustaba mucho mirarme al espejo (porque gorda no era, pero presumida sí). Mi profesora de primaria propuso hacer un ejercicio que venía en el libro, teníamos que contestar uno a uno, en voz alta, la siguiente pregunta: “¿Eres grueso o delgado?”.

Mi vida empieza hoy

Así que ahora he encendido el ordenador y he cogido un folio en blanco, virgen, y no un folio sucio, mancillado (es una diferencia muy importante, que determina la importancia), y he escrito: “Fechas importantes”. Luego me he dicho: “Mi vida empieza hoy”, y me he acordado de la canción de Sergio Dalma. La he buscado en Google, y he comprobado que en realidad es “La vida empieza hoy” (mucho más genérico e impersonal).